7 razones para dejar Facebook (o para criticarlo)
7 razones para dejar Facebook (o para criticarlo): Mi relación con Facebook es complicada. Aunque en general me llevo bien con esta red social, hay días en que borraría con gusto mi perfil.
Razones para salir de Facebook no me faltan. Son motivos de índole práctica y emocional. Son cosas que me hacen perder la paciencia y me estresan a diario.
Voy a compartir contigo mis 7 razones para dejar Facebook. Quizá sean lo que necesitas para reflexionar sobre tu presencia en Facebook. O quizá refuercen tu intención de marcharte.
En mi caso, con una cuenta desde el 2007 y entre dos y tres actualizaciones diarias, buscar algo que escribí hace meses puede ser una auténtica pesadilla.
Solución provisional: descargar todos mis datos de Facebook y buscar en ellos con el Notepad.
Se puede argumentar que el objetivo de Facebook no es la privacidad, sino lo contrario: a mayor ruido, mayor actividad e ingresos. Para mí, el sistema de círculos de Google+, sin ser perfecto, resulta mucho más intuitivo.
Solución provisional: crear listas de amigos y usar el menú de privacidad para cada actualización.
Su catálogo rebosa de utilidades obsoletas, apps engañosas e incluso pseudo-virus. Las más útiles son las que conectan Facebook con servicios externos, como Spotify.
Solución provisional: añadir el menor número posible de apps a Facebook.
El grueso del tiempo lo paso contemplando el flujo de noticias y husmeando en los comentarios ajenos. ¿Cuestión de autocontrol? Quizá, pero eso no quita que Facebook sea un devorador de tiempo.
Solución provisional: usar las notificaciones de novedades y crear listas de intereses.
Su página de ayuda es una maraña de redirecciones, artículos sin traducir y enlaces a foros de la comunidad que lo único que logran es persuadir a la persona necesitada de ayuda de que lo mejor es rebuscar en Google.
Solución provisional: redactar tutoriales para que los demás no deban pasar por lo mismo.
Abundan los perfiles falsos o con información ficticia, y el contenido de páginas y grupos es, en general, mediocre. Incluso el número de usuario parece haberse estabilizado.
Solución provisional: pasar el tiempo en Twitter o en servicios web más frescos, como Pinterest.
Cuando borras a alguien o rechazas su petición de amistad te sientes mal hacia esa persona, y lo mismo cuando dejas un comentario que podría parecer ofensivo.
Solución provisional: abrazar la banalidad y usar Facebook para lo intrascendente y lo trivial.
Razones para salir de Facebook no me faltan. Son motivos de índole práctica y emocional. Son cosas que me hacen perder la paciencia y me estresan a diario.
Voy a compartir contigo mis 7 razones para dejar Facebook. Quizá sean lo que necesitas para reflexionar sobre tu presencia en Facebook. O quizá refuercen tu intención de marcharte.
1. No se pueden buscar publicaciones antiguas
Una de las cosas que siempre me ha irritado de Facebook es la falta de un buscador de actualizaciones de estado. La única manera de encontrar algo es explorar la línea de tiempo.En mi caso, con una cuenta desde el 2007 y entre dos y tres actualizaciones diarias, buscar algo que escribí hace meses puede ser una auténtica pesadilla.
Solución provisional: descargar todos mis datos de Facebook y buscar en ellos con el Notepad.
2. La privacidad sigue siendo agotadora de configurar
Sobre la privacidad de Facebook se ha escrito el equivalente a una enciclopedia, pero aún no sabemos a qué atenernos cuando deseamos ocultar cosas.Se puede argumentar que el objetivo de Facebook no es la privacidad, sino lo contrario: a mayor ruido, mayor actividad e ingresos. Para mí, el sistema de círculos de Google+, sin ser perfecto, resulta mucho más intuitivo.
Solución provisional: crear listas de amigos y usar el menú de privacidad para cada actualización.
3. Las aplicaciones de Facebook son inútiles y cansinas
Con su recién estrenado App Center, parece que Facebook quiere volver a impulsar sus aplicaciones. Exceptuando un puñado de juegos, lo que puede ofrecer Facebook en términos de aplicaciones es muy poco.Su catálogo rebosa de utilidades obsoletas, apps engañosas e incluso pseudo-virus. Las más útiles son las que conectan Facebook con servicios externos, como Spotify.
Solución provisional: añadir el menor número posible de apps a Facebook.
4. Es un agujero negro de tiempo
Facebook es, con mucho, el sitio donde más tiempo paso a diario (si exceptuamos Softonic y GMail, claro). Pero esa inversión de tiempo rara vez tiene un retorno útil o satisfactorio.El grueso del tiempo lo paso contemplando el flujo de noticias y husmeando en los comentarios ajenos. ¿Cuestión de autocontrol? Quizá, pero eso no quita que Facebook sea un devorador de tiempo.
Solución provisional: usar las notificaciones de novedades y crear listas de intereses.
5. No tiene un soporte técnico digno de ese nombre
A día de hoy, aún no he sido capaz de encontrar un simple formulario de contacto que me permita enviar una incidencia al equipo técnico de Facebook.Su página de ayuda es una maraña de redirecciones, artículos sin traducir y enlaces a foros de la comunidad que lo único que logran es persuadir a la persona necesitada de ayuda de que lo mejor es rebuscar en Google.
Solución provisional: redactar tutoriales para que los demás no deban pasar por lo mismo.
6. Se ha "Hotmailizado"
Facebook ya no es cool, se ha estancado, estabilizado. Las novedades, tradicionalmente odiadas por los usuarios, llegan con cuentagotas, y los contenidos son, en general, poco fiables y de baja calidad. Es el nuevo Hotmail.Abundan los perfiles falsos o con información ficticia, y el contenido de páginas y grupos es, en general, mediocre. Incluso el número de usuario parece haberse estabilizado.
Solución provisional: pasar el tiempo en Twitter o en servicios web más frescos, como Pinterest.
7. Facebook no me hace feliz
Facebook es estresante. Es como estar en una cena de Navidad las 24 horas del día. Hay que esquivar malentendidos, vigilar quién te lee, quién te ha etiquetado, cuánta información personal se revela de ti.Cuando borras a alguien o rechazas su petición de amistad te sientes mal hacia esa persona, y lo mismo cuando dejas un comentario que podría parecer ofensivo.
Solución provisional: abrazar la banalidad y usar Facebook para lo intrascendente y lo trivial.
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