El ZX Spectrum cumple 30 años
El ZX Spectrum cumple 30 años:
Corría el mes de abril de 1982 y una pequeña caja con teclas de goma salía al mercado. Nada hacía suponer que aquello supondría un hito en la revolución informática que permitiría acercar los ordenadores a los hogares de una manera decisiva. Obra de sir Clive Sinclair, que ya intuyó con su ZX81 que una pequeña cajita podía servir para popularizar los hasta entonces enormes computadores, gran parte de los que en los años 80 hicieron sus primeros pinitos en la informática tuvieron su bautismo de ceros y unos con este ordenador convertido ya por derecho propio en un histórico objeto de culto. El ZX Spectrum cumple 30 añacos y además de retrotraernos a nostálgicas tardes de infancia y juventud sirve para recordarnos lo viejunos que vamos siendo algunos.
En su momento fue el ordenador de consumo más vendido en todo el mundo, y además marcó un hito al introducir en los hogares los gráficos de alta resolución (para los estándares de la época) así como el sonido.
El ingenio de Sinclair trajo junto con este ordenador una versión especial del lenguaje informático de programación Basic, el Sinclair Basic, listo para que lo manejase cualquier miembro de la familia, desde el más joven al más veterano.
La gran sorpresa fue que la mayoría de los usuarios en lugar de dedicarse a programar prefirieron jugar con este pequeño ordenador, lo que rápidamente aprovecharon numerosas compañías para ponerse a desarrollar juegos que los propios usuarios podían programar copiando minuciosamente de libros y revistas especializadas las páginas con el código o incluso cargar mediante cintas de cassette, con aquel familiar pitido binario.
Su delgado diseño, que parecía inspirado por las líneas de la Bauhaus, y su asequible precio (en torno a 30.000 pesetas) permitía presumir de su potencia (16/48K) con anuncios como uno que rezaba “menos de la mitad de precio de su competidor más cercano… y más del doble de potencia”. Y es que su creador, sir Clive Sinclair, tenía claro que la batalla del precio bajo era crucial.
Sinclair trató de convertirse en algo parecido a lo que años más tarde llegaría a ser Steve Jobs con Apple, debido al gran éxito de sus ordenadores. Incluso comenzó a diversificar los dispositivos que ofrecía bajo su marca como un curioso y malogrado vehículo eléctrico, el C5, que con su fracaso contribuyó al hundimiento de la compañía Sinclair.
También fue determinante el contrato de una empresa rival, Acorn, con la televisión pública británica BBC, que en enero de 1982 comenzó a emitir un programa educativo y firmó un convenio con la empresa informática para el desarrollo de un ordenador vinculado a dicho programa. Imaginaos que hoy hubiera un smartphone modelo Sálvame. Pues eso.
No obstante el competidor por excelencia en aquella época (con rivalidades entre usuarios al estilo PC/Mac) fue el no menos mítico Commodore 64, mucho más potente, capaz y versátil pero igualmente más caro.
Ambos equipos conocieron diversas evoluciones llegando a los 128K, incorporando en el propio cuerpo del ordenador un lector de cassette o de disquettes y teniendo otro invitado a la carrera, Amstrad, que a la larga terminaría haciéndose con el control de la empresa de Sinclair cuando llegó a su hundimiento final en 1986.
Durante unos 10 años Sinclair llegó a vender más de 5 millones de unidades de sus ordenadores, el triple que su competidor BBC Micro, todo un logro en un momento en que la informática doméstica no estaba tan extendida como hoy día. Por tantos buenos momento pasados aporreando esas teclas de goma y a pesar de los berrinches cuando tras 15 minutos de chirridos en un vetusto cassette el programa daba error de carga… muchas gracias y muchas felicidades, ZX Spectrum. ─[BBC / Galería fotográfica]
Corría el mes de abril de 1982 y una pequeña caja con teclas de goma salía al mercado. Nada hacía suponer que aquello supondría un hito en la revolución informática que permitiría acercar los ordenadores a los hogares de una manera decisiva. Obra de sir Clive Sinclair, que ya intuyó con su ZX81 que una pequeña cajita podía servir para popularizar los hasta entonces enormes computadores, gran parte de los que en los años 80 hicieron sus primeros pinitos en la informática tuvieron su bautismo de ceros y unos con este ordenador convertido ya por derecho propio en un histórico objeto de culto. El ZX Spectrum cumple 30 añacos y además de retrotraernos a nostálgicas tardes de infancia y juventud sirve para recordarnos lo viejunos que vamos siendo algunos.
En su momento fue el ordenador de consumo más vendido en todo el mundo, y además marcó un hito al introducir en los hogares los gráficos de alta resolución (para los estándares de la época) así como el sonido.
El ingenio de Sinclair trajo junto con este ordenador una versión especial del lenguaje informático de programación Basic, el Sinclair Basic, listo para que lo manejase cualquier miembro de la familia, desde el más joven al más veterano.
La gran sorpresa fue que la mayoría de los usuarios en lugar de dedicarse a programar prefirieron jugar con este pequeño ordenador, lo que rápidamente aprovecharon numerosas compañías para ponerse a desarrollar juegos que los propios usuarios podían programar copiando minuciosamente de libros y revistas especializadas las páginas con el código o incluso cargar mediante cintas de cassette, con aquel familiar pitido binario.
Su delgado diseño, que parecía inspirado por las líneas de la Bauhaus, y su asequible precio (en torno a 30.000 pesetas) permitía presumir de su potencia (16/48K) con anuncios como uno que rezaba “menos de la mitad de precio de su competidor más cercano… y más del doble de potencia”. Y es que su creador, sir Clive Sinclair, tenía claro que la batalla del precio bajo era crucial.
Sinclair trató de convertirse en algo parecido a lo que años más tarde llegaría a ser Steve Jobs con Apple, debido al gran éxito de sus ordenadores. Incluso comenzó a diversificar los dispositivos que ofrecía bajo su marca como un curioso y malogrado vehículo eléctrico, el C5, que con su fracaso contribuyó al hundimiento de la compañía Sinclair.
También fue determinante el contrato de una empresa rival, Acorn, con la televisión pública británica BBC, que en enero de 1982 comenzó a emitir un programa educativo y firmó un convenio con la empresa informática para el desarrollo de un ordenador vinculado a dicho programa. Imaginaos que hoy hubiera un smartphone modelo Sálvame. Pues eso.
No obstante el competidor por excelencia en aquella época (con rivalidades entre usuarios al estilo PC/Mac) fue el no menos mítico Commodore 64, mucho más potente, capaz y versátil pero igualmente más caro.
Ambos equipos conocieron diversas evoluciones llegando a los 128K, incorporando en el propio cuerpo del ordenador un lector de cassette o de disquettes y teniendo otro invitado a la carrera, Amstrad, que a la larga terminaría haciéndose con el control de la empresa de Sinclair cuando llegó a su hundimiento final en 1986.
Durante unos 10 años Sinclair llegó a vender más de 5 millones de unidades de sus ordenadores, el triple que su competidor BBC Micro, todo un logro en un momento en que la informática doméstica no estaba tan extendida como hoy día. Por tantos buenos momento pasados aporreando esas teclas de goma y a pesar de los berrinches cuando tras 15 minutos de chirridos en un vetusto cassette el programa daba error de carga… muchas gracias y muchas felicidades, ZX Spectrum. ─[BBC / Galería fotográfica]
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